Tempus

Frente al calor de una hoguera de recuerdos, hacemos el amor infinito. Es el sexo ese que une tras el drama, como en el cine; pero en el cine los héroes se aman tras huir, correr, saltar y ser heridos de bala. Nosotros solo nos desangramos por las heridas de balas cargadas de tiempo.

Descansamos junto a las cenizas candentes de aquella memoria. Malheridos. Se secan las heridas, quedarán las cicatrices y quedará también el rastro metálico del paso del tiempo a través de nuestra carne. Quedará pólvora de minutos quemada. La vida deja en nosotros más huellas de las que nosotros dejamos en la vida.

Al fondo, la sombra nada más de aquello que hemos quemado al consumirnos el uno en el otro. Delante, entre el recuerdo de los recuerdos y la oscuridad, un abrazo que es tanto de amor como de consuelo y resignación.

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