Olor
Huele a café, huele a pan tostado, huele a sonrisas y a conversación. Desde la escalera, huele. Un desayuno de una mañana de verano, sin prisas, con pausas.
Huele a calma. Huele a conversación. Huele a miradas. Huele a amor.
¿Sabes a qué no huele? A ti. Porque no estás. Porque este olor me llega de la casa de los vecinos y no de la nuestra. Porque eres un recuerdo y yo me desayuno mi soledad, quemada en parte, mojada en tu distancia.