Noche de San Juan
Te miraba desde el otro lado.
En mitad de la noche, el fuego se había levantado y bailaba sobre la madera. Pero llegaste y las llamas empezaron a pelearse por acercarse a ti y reflejarse en tus pupilas oscuras.
Yo te miraba desde el otro lado y sentí envidia del fuego porque deseaba sentir sobre mí tus ojos. Terminé de escribir mis tres deseos en el papel y lo lancé a la hoguera. Prendió aún en el aire. Y tú te giraste, sentí que tus ojos me atrapaban y me quedé quieto. Sonreíste. Creo que has dado un paso en mi dirección…
Empiezo a creer en la magia de la Noche de San Juan.
23 jun 2006