Aquella declaración de amor
Traté de no hablarte. Evité que mi boca se abriera para dejar salir todo que había dentro de mí. Y siempre lo viste en mis ojos, pero un día opté por usar otra forma.
Hice lo que quien no estuvo enamorado llamará tonterías. Incluso el ridículo, ahí en la calle buscando en el mundo las palabras que necesitaba decirte.
Poco a poco conseguí todo. Y lo que faltaba, lo creé yo. Y cree mi mensaje sin palabras aunque sí eran palabras, pero no mías. Aunque sí tenía palabras, tenía mi silencio. Fue mi carta de amor escrita porque sí.
Y cuando la viste fue «bonito», pero a ti esas cosas no te gustan. Y yo no quise sentir el jarro de agua fría y sonreí.
Hoy aquel mensaje es dardo que me atraviesa los ojos y los hace derrochar lágrimas.
Hoy nada de aquello tiene sentido y pienso que, si no te pareció más que «bonito», tal vez fuera porque tú no sentías nada de aquello de lo que yo hablaba.
Ojalá algún día lo veas y recuerdes que era una tontería, pero una tontería que YO hice para ti, una tontería que NADIE hará de nuevo por ti porque nadie te querrá como yo lo he hecho.
20 mayo 2006