Y ya pasó
Queda atrás. Aunque esté aún presente, queda atrás.
No es un recuerdo o, al menos, no es sólo eso. Es tu presente pero ha cambiado y aún no aceptas que sólo forma del pasado. No sé si debería ser más fácil o es imposible. No sé si es algo de lo que se debería hablar o que es mejor callar.
Pero lo importante es constante. Lo que fue importante lo es ahora. Lo que es importante, seguirá siéndolo. También esa persona. Claro, también.
Pero si el tiempo pasa es por algo. Si con los siglos el movimiento del mar cambia la cara de una costa, con más facilidad cambiarán las personas con la caída de los días.
Te miro. Y, por supuesto, sonrío. Porque tu atractivo está ahí, porque tu presencia me calma y tu compañía me anima. Porque tu contacto aún me altera y tu risa aún sacude mi mundo. Pero te miro y veo lo más básico e importante mientras el resto se difumina, como esa foto de bordes desenfocados que todos guardamos en algún cajón perdido.
Porque tú eres tú pero no eres ya aquella persona. Sigues siendo parte de mi mundo y no quiero que eso cambie. Sigues estando aquí y no quiero que eso cambie. Sigues siendo importante y así seguirá siendo. Pero porque ya no eres aquella persona, también miro al futuro a través de dos ventanas abiertas ahora que he quitado la cortina de los sentimientos que guardaba para ti y he roto ese cierre de recuerdos a los que me aferraba.
No tengo miedo de respirar este aire nuevo. No tengo miedo de dar un paso adelante. No tengo miedo de dejarte atrás ahora que con lo bueno y también lo malo te veo como un recuerdo que me ha marcado y no como un destino que no alcanzo.
Importante significa muchas cosas, sin duda. Pero lo que no significa es imprescindible.
Eres recuerdo presente, nada más, y ya no me impides volver a sentir esperanza, querer arriesgar y amar de nuevo.
Eres recuerdo, no barrera.
Eres un tatuaje que ya forma parte de mí y dejó hace mucho de ser una herida.
Eres pasado. Y gracias. Ahora yo soy mi presente y dibujo mi futuro sin tu paleta de colores en él.
Eres importante y no te olvidaré, pero no vas a estar en mi presente (no como eras, al menos) y si te suelto la mano, por favor, suelta la mía también.
Ya pasó y ya pasó.